EUROPA
PRESS
28 diciembre
2021
Una
dieta rica en fibra para contener al melanoma
Los pacientes con melanoma que
declararon consumir más alimentos ricos en fibra cuando iniciaron el
tratamiento de inmunoterapia sobrevivieron más tiempo sin que el cáncer creciera
que los pacientes con una ingesta insuficiente de fibra en la dieta, según una
nueva investigación del MD Anderson Cancer Center de
la Universidad de Texas, en Estados Unidos, publicada en la revista 'Science'.
El beneficio fue más notable en los pacientes que no tomaron
suplementos probióticos disponibles en el mercado. Además, estudios preclínicos
paralelos respaldaron los resultados observacionales.
"Las investigaciones de nuestro equipo y de otros han
demostrado que los microbios intestinales influyen en la respuesta al
tratamiento de inmunoterapia, pero el papel de la dieta y de los suplementos
probióticos no se ha estudiado bien", explica la coautora Jennifer Wargo, doctora en medicina y oncología quirúrgica.
"Nuestro estudio arroja luz sobre los efectos
potenciales de la dieta del paciente y el uso de suplementos cuando se inicia
el tratamiento con el bloqueo de puntos de control inmunológico, añade. Estos
resultados proporcionan más apoyo a los ensayos clínicos para modular el
microbioma con el objetivo de mejorar los resultados del cáncer utilizando
estrategias dietéticas y de otro tipo".
Los pacientes que informaron de que comían más frutas, verduras,
legumbres y cereales integrales cumplían el umbral del estudio para la ingesta
suficiente de fibra. Los 37 pacientes con una ingesta suficiente de fibra
tuvieron una mejor supervivencia libre de progresión (mediana no alcanzada) en
comparación con los 91 pacientes con una ingesta insuficiente de fibra (mediana
de 13 meses). Cada aumento de cinco gramos en la ingesta diaria de fibra se
asoció con un 30% menos de riesgo de progresión del cáncer o de muerte.
Cuando los pacientes se agruparon además según la dieta alta
o baja en fibra y el uso de suplementos probióticos disponibles en el mercado,
se observó una respuesta a la inmunoterapia en 18 de 22 pacientes (82%) que
informaron de una ingesta suficiente de fibra y no utilizaron probióticos, en
comparación con la respuesta observada en 60 de 101 (59%) pacientes que
informaron de una ingesta insuficiente de fibra o del uso de probióticos.
La respuesta se definió como una reducción completa o
parcial del tumor o una enfermedad estable durante al menos seis meses. El uso
de probióticos por sí solo no se asoció con una diferencia significativa en la
supervivencia libre de progresión o en las probabilidades de respuesta a la
inmunoterapia.
"La fibra dietética es importante para la salud
intestinal, al igual que lo es para la salud en general, y las dos cosas están
estrechamente entrelazadas", recuerda la coautora Carrie Daniel-MacDougall, profesora asociada de Epidemiología.
"En este estudio vimos que la fibra dietética también
puede ser importante para el tratamiento del cáncer, lo que nos lleva a un
punto en el que podemos diseñar estudios de intervención para responder a las
preguntas que los pacientes realmente quieren que se respondan: '¿Importa lo
que como ahora y podría afectar al resultado de mi tratamiento? Estamos unidos
en el trabajo para encontrar respuestas para nuestros pacientes", asegura.
El estudio comenzó con el análisis de los perfiles del
microbioma intestinal de 438 pacientes con melanoma, 321 de los cuales tenían
la enfermedad en fase avanzada y fueron tratados con terapia sistémica, y 293
tuvieron una respuesta evaluable al tratamiento durante el seguimiento.
La mayoría de estos pacientes (87%) recibieron un bloqueo de
los puntos de control inmunitarios, en su mayoría inhibidores de PD-1. Un total
de 158 pacientes también completaron una encuesta sobre el estilo de vida en
relación con el uso de antibióticos y probióticos; de ellos, 128 completaron un
cuestionario dietético al comenzar la terapia de puntos de control
inmunitarios.
El equipo de investigación reforzó sus hallazgos anteriores,
que mostraban una mayor abundancia de 'Ruminococcaceae'
y 'Faecalibacterium prausnitzii'
-bacterias bien conocidas y potencialmente beneficiosas que participan en la
digestión de la fibra o el almidón- en los pacientes que respondían a la
inmunoterapia. A diferencia de los resultados anteriores, la diversidad general
de las bacterias intestinales no se asoció con la respuesta a la inmunoterapia,
lo que podría deberse al mayor tamaño de esta cohorte de pacientes.
También probaron dietas con mayor o menor contenido de fibra
y el uso de probióticos en varios modelos preclínicos de melanoma para arrojar
luz sobre los posibles mecanismos que subyacen a los hallazgos observacionales
de las cohortes de pacientes.
En varios modelos, el uso de probióticos se asoció a una
menor respuesta al bloqueo de los puntos de control inmunitarios, a tumores más
grandes, a una menor diversidad del microbioma intestinal y a menos células T
citotóxicas en el microambiente del tumor. Una dieta rica en fibra se asoció a
un crecimiento más lento del tumor y a una frecuencia significativamente mayor
de células T CD4+ en modelos preclínicos tratados con inhibidores de la PD-1.
El ensayo clínico se basará en los resultados y comprobará
el efecto de la intervención dietética. A partir de los primeros resultados del
estudio, un ensayo clínico aleatorizado (NCT04645680), dirigido por la coautora
Jennifer McQuade, doctora en medicina y profesora
adjunta de Oncología Médica del Melanoma, examinará cómo las dietas basadas en
alimentos integrales con distinto contenido de fibra afectan al microbioma y a
la respuesta inmunitaria. El estudio está inscribiendo actualmente a pacientes
con melanoma en estadio III-IV que están recibiendo inmunoterapia.
"Nuestros equipos de investigación dentro del Programa
para la Investigación Innovadora del Microbioma y la Traslación (PRIME-TR) y el
Núcleo de Investigación en Bionutrición del MD
Anderson están trabajando colectivamente para transformar la terapia del cáncer
mediante la modificación del microbioma", anuncia Wargo.
"Estamos agradecidos a los pacientes y a las familias
que han participado en nuestra investigación y tenemos la esperanza de que este
trabajo proporcione en última instancia una orientación basada en la evidencia
para ayudar a los pacientes a tomar el control de sus propias dietas para
mejorar sus probabilidades contra el cáncer", concluye.